La lluvia rasga mis mejillas
Y mis lágrimas quiebran el cielo.
Las gaviotas lloran mis penas
Y yo pío su hambre.
Hace frío en mi corazón
Y calor en aquel mar que recuerdo.
lunes, 21 de mayo de 2012
domingo, 20 de mayo de 2012
"Creo" implica duda: "creo que sí/no". Si le sumamos a eso la confusión de la adolescencia, no sé el grado de verosimilitud que tendrá la siguiente afirmación: creo en Dios.
Una noche cualquiera, durante uno de mis auto-análisis, recordé que hasta los trece años rezaba cada noche hasta quedarme dormida, que cada vez que me enteraba de alguna muerte rezaba por el difunto, que me emociono en los pasos de Semana Santa, y que cada vez que renegaba de Dios sentía un resquemor en las entrañas, similar al que sientes cuando ejerces de soberbio.
Me defino como "barroca": no estoy depresiva; soy depresiva. Y, como los barrocos, quizás sea ésta la forma de aliviar el peso de mi realidad: la fe es lo que me salva, como una hamaca que me mece sobre el vacío.
Creo en algo extraordinario, registrado con el nombre de Dios, que dejó caer de su mano la mota de polvo a partir de la cual se formó el Universo y que, cuando llegue el momento, cuidará de mi madre hasta que yo llegue.
Una noche cualquiera, durante uno de mis auto-análisis, recordé que hasta los trece años rezaba cada noche hasta quedarme dormida, que cada vez que me enteraba de alguna muerte rezaba por el difunto, que me emociono en los pasos de Semana Santa, y que cada vez que renegaba de Dios sentía un resquemor en las entrañas, similar al que sientes cuando ejerces de soberbio.
Me defino como "barroca": no estoy depresiva; soy depresiva. Y, como los barrocos, quizás sea ésta la forma de aliviar el peso de mi realidad: la fe es lo que me salva, como una hamaca que me mece sobre el vacío.
Creo en algo extraordinario, registrado con el nombre de Dios, que dejó caer de su mano la mota de polvo a partir de la cual se formó el Universo y que, cuando llegue el momento, cuidará de mi madre hasta que yo llegue.
"The baffled king composing Hallelujah."
jueves, 17 de mayo de 2012
miércoles, 16 de mayo de 2012
Nunca llevo reloj,
Para no sentir
Cómo el cuchillo
De la muerte
Se dirige hacia mi corazón
Milímetro a milímetro,
Segundo a segundo.
No sé en qué hora vivo.
No sé en qué hora me voy muriendo.
No sé cuándo es hora de pasar página.
Pero sé que voy perdiendo tiempo.
Tiempo vital.
Tiempo mortal.
Y lo pierdo contigo.
Regresa al útero materno, anda.
Para no sentir
Cómo el cuchillo
De la muerte
Se dirige hacia mi corazón
Milímetro a milímetro,
Segundo a segundo.
No sé en qué hora vivo.
No sé en qué hora me voy muriendo.
No sé cuándo es hora de pasar página.
Pero sé que voy perdiendo tiempo.
Tiempo vital.
Tiempo mortal.
Y lo pierdo contigo.
Regresa al útero materno, anda.
miércoles, 9 de mayo de 2012
martes, 8 de mayo de 2012
La personas somos aquello que nos gusta. Teniendo en cuenta mi carencia de gusto, yo no soy nadie, ni nada. Juro que no le regalé mi alma al diablo, ni tan si quiera se lo vendí, porque es lo único que me queda.
Mis días están ahogados por un velo de lluvia gris constante, por razones más allá del clima: el perpetuo vacío en el estómago y corazón, agujeros negros que devoran la luz de mi alrededor.
Nadie ni nada.
lunes, 7 de mayo de 2012
Lo peor llega por las noches, cuando el techo me mira fijamente con esa mirada maternal que delata los secretos. Entonces le confieso, bajo el foco del insomnio que me tortura sin dejarme dormir, cada camino del laberinto de mi mente. Pero su secreto profesional no hace eco de soluciones; simplemente me obliga a decir en pensamiento alto la lista de mis complejos rompecabezas, o de mis complejos a secas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)