jueves, 30 de septiembre de 2010

H2O.

Miré la luz que emana de las farolas y sentí el vértigo y la adrenalina de las gotas iluminadas al precipitarse en la noche.
Y reí a carcajadas.
Y la gente, como siempre, extrañada.

Sentid lo inerte; iluminad lo apagado.

sábado, 25 de septiembre de 2010


Odio la palabra "supongo". Suponer no es nada, ¡la "h" es más que esas siete letras! No tiene sentido. Cuando preguntas algo y te responden con un "supongo que sí/no/otros" es por que o sí, o no, u otras respuestas. Es la dulce conexión a una respuesta tajante, y muchas veces al caos. Creo más en Dios que en el "suponer", así que figúrate.

jueves, 23 de septiembre de 2010

"Creer ver", no "ver para creer".


"Creer ver", no "ver para creer". Si duermes más tranquilo creyendo que tras echar 20 céntimos en algún recipiente de plástico para "ayudas" salvarás algo o a alguien, está bien: créetelo. Si pensar que vas a encontrar a tu hombre perfecto te hace sonreír, ¿por qué no lo vas a pensar? Si pretendes ser recordado por la humanidad por batir un Guinness World Records con una gilipollez y así poder vivir tranquilo, preténdelo.

Eres TÚ; es TU felicidad; es TU recuerdo. Dí qué quieres conseguir y luego lucha por ello.

Pero déjame decirte que no eres tú, somos nosotros; no es tu recuerdo, es nuestro pasado, presente y futuro. Que si eres así me puedes decir qué quieres conseguir, y lo siento pero me reiré. PIENSA un poco EN LA VERDAD, no te hagas el iluso, el frívolo, simplemente por ser feliz. En cambio sí, dime qué es lo que te gustaría cambiar cuando miras a tu alrededor, y lucha por ello. Si lo consigues te daré las gracias y sino, también, porque es la gente que necesitamos en este mundo para intentar ser felices.

INTENTAR
(esa es la clave).

miércoles, 22 de septiembre de 2010


Olvida el horror aquí, conmingo, si tu quieres. Yo te doy el hombro sobre el que llorar, la sonrisa comprensiva, la palmadita en la espalda, el consejo y el oído; dame tú, a cambio, las lágrimas, la queja, el abrazo, tu oído y la sonrisa final. Porque sé lo miserable que es llorar en silencio, sin esperanza ni deseo porque alguien te escuche o comprenda. Porque sé lo que es quedarse dormido con las marcas de las uñas en la palma de la mano, al cerrar con desesperación el puño. Solo hay una norma: no dar las gracias.

http://www.youtube.com/watch?v=YaVE4WVlsDQ&ob=av3e

martes, 21 de septiembre de 2010

Soledad.



He aquí la historia en primera mano de la cruda realidad del final de los días de muchas personas. Lo que fue “una vida por delante” concluyó en un amargo adiós.
Fue un hombre como otro cualquiera que tuvo la suerte que nadie quiere ver. Se sabe que su profesión y vida se basaba en el puerto y que vivió siempre en una pensión. Cuando los años pasaron y no se pudo valer por sí mismo, ingresó en un geriátrico en el que llevaba una vida normal y una relación estable con todos los residentes. Ninguno recibía visitas a excepción de alguien afortunado al cual acudía a ver su hermana periódicamente, y no se trataba de él. Se suponía que tenía familia, pero no con certeza (jamás aparecieron). Él y sus compañeros fueron trasladados a otro geriátrico en el cual, en cuestión de días, falleció. Sus últimos recuerdos se centraron en su madre, a la cual nombró antes del trágico final. A su entierro tan solo acudieron tres personas: la dueña del centro, la cocinera y una mujer que lo cuidó casi hasta el final. Como ésta, cientos de historias son olvidadas cada año con distinta trama, pero con un compañero común al final: la soledad.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Muy fácil.


Soy la típica chica que quiere raparse los lados de la cabeza y llenarse de tatuajes, que pasa de ir a la universidad y estudiará algo que no cree que la mantenga, que quiere probar todo en la vida menos drogas duras y el suicidio, que tiene sueños estúpidos, ilegales e inmorales que llegará a cumplir sí o sí, que canta y ríe a voces y baila por la calle, que adora la ropa de hombre, que ama la quemazón del dolor al tatuarte, que no puede dormir debido a que no puede parar de pensar. La típica que lo pasa peor cuando ve a otra persona mal que cuando es ella la que tiene el problema, que puede estar hasta las 6 de la mañana leyendo un libro, que reconoce las cosas buenas, malas y pervertidas que tiene, que cree en los fantasmas y tiene miedo a la oscuridad, que no tiene capacidad de odio o rencor, pero que cuando se enfada es una zorra (aunque jamás una puta zorra).

Vamos, la típica.

martes, 14 de septiembre de 2010


Querido mundo: tócate, es lo mejor que tienes.

domingo, 12 de septiembre de 2010


Te brindaré la peor muerte de todas: enterrarte vivo, mentalmente.
Olvido.



Fugacidad.


Holadiós.
Hasta lueg(o)nunca.
¿Quién sabe?






sábado, 11 de septiembre de 2010

OFF.

Necesito parar de pensar, pero no paro de pensar en eso mismo. Queridos zombies del universo: mis sesos piden salsa.

miércoles, 8 de septiembre de 2010


Sé que querer no siempre es poder, pero me voy a hacer budista por eso de la "reencarnación". Qué bonita ilusión... Igual que los unicornios, la magia, o la que ofrecen las setas alucinógenas.
Me he decidido a reencarnarme en relámpago porque amo su belleza, su electricidad, su fugacidad, su luz, por la sorpresa que generan, su sonido, el estremecimiento de los poros de piel al sentir la tensión de la atmósfera en la tormenta... Pero también porque los temo, porque me imponen.
Cuando sea relámpago viviré 0'x segundos en los cuales brillaré con luz propia, romperé mi actual límite (el cielo) y seré grandiosa de una manera efímera: todos me admirarán y temerán, pero ninguno me recordará. Es la perfecta segunda vida: fulminante.

PD: LOS UNICORNIOS EXISTEN.

lunes, 6 de septiembre de 2010


Tráeme el cielo, que pongo yo la electricidad:

jueves, 2 de septiembre de 2010

Sociópata sociedad.


Resulta que si voy seria por la calle me miran como "¿por qué estás enfadada con el mundo?", pero si voy sonriendo como "¿por qué coño eres tan feliz y yo no?". Jodidos sociópatas: si sentís la infelicidad es porque habéis sido felices antes y notáis el vacío.

Yo no la siento.